QUERIDíSIMO BENEDICTO XVI
Cada día que pasa, más le quiero, más me acuerdo de usted, más leo sus escritos, más me vienen a la mente las imborrables jornadas de Valencia, Santiago de Compostela, Barcelona y Madrid. Más me acuerdo de aquel memorable 19 de abril de 2005 y de aquellas palabras sencillas y hermosas que nos dirigió a todos los católicos como Santo Padre, como PAPA.
"Queridos hermanos y hermanas: después del gran Papa Juan Pablo II, los señores
cardenales me han elegido a mí, un simple y humilde trabajador de la viña del
Señor.
Me consuela el hecho de que el Señor sabe trabajar y actuar incluso con instrumentos insuficientes, y sobre todo me encomiendo a vuestras oraciones.
En la alegría del Señor resucitado, confiando en su ayuda continua, sigamos adelante. El Señor nos ayudará y María, su santísima Madre, estará a nuestro lado. ¡Gracias!"
Me consuela el hecho de que el Señor sabe trabajar y actuar incluso con instrumentos insuficientes, y sobre todo me encomiendo a vuestras oraciones.
En la alegría del Señor resucitado, confiando en su ayuda continua, sigamos adelante. El Señor nos ayudará y María, su santísima Madre, estará a nuestro lado. ¡Gracias!"
Y, lo más importante: cada día rezo más y más por usted, sabiendo que también usted reza por mí.
GRACIAS POR TODO, UNA Y MIL VECES SANTO PADRE
BENEDICTO XVI
¡¡Amén!!
ResponderEliminarGracias Alfonso por tu magnífica publicación. Con tu permiso la hemos publicado en Cum Petro para compartirla con sus usuarios. Gracias.
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