En la historia han sido
muchas las páginas escritas por santos e insignes poetas y escritores,
ilustrando las glorias de Nuestra Señora. Todas ellas son magnificas
piezas que nos recuerdan que Ella es el don más alto de Dios después de
Cristo. Pero a mí me parece (es mi opinión) que puestos a decirle cosas a
nuestra Madre la que más la debe de gustar es aquella que la recuerda de quien
es Madre y que nosotros, desde lo más profundo de nuestro corazón la decimos al
menos cincuenta veces al día:
(Juan de Miranda)
Dios te salve, María
(Zurbarán)
Llena eres de gracia
(Alonso del Arco)
El Señor es contigo
(José de Ribera)
Bendia tú eres entre todas las mujeres
(Goya)
y Bendito es el fruto de tu vientre, Jesús
(Velázquez)
Santa María, Madre de Dios
(El Greco)
Ruega por nosotros, pecadores
(Lucas Valdés)
Ahora y en la hora de nuestra muerte
(Murillo)
AMÉN
(Altar de la Inmaculada Concepción en la Cofradía de la Pasión
(La Santa Misa en la Cofradía de la Pasión el día de la Festividad de la Inmaculada)
(Diciembre de 2010)
(Fotografías del Archivo de la Cofradía de la Pasión, tomadas por Manuel Centeno Morillo, Oficial del Cabildo de Gobierno de la Penitencial)
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